Historia de la Guayabera
El origen de esta fresca y elegante prenda, es reclamado por varios países del Caribe. Sin embargo, existe un alto consenso en establecer su nacimiento en Cuba hacia principios del siglo XVIII. Una de las leyendas asegura que fue en el año 1709 cuando un matrimonio de campesinos procedentes de Granada, España, inventó la prenda nada más llegar a la isla. José Pérez, le pidió a su esposa, Encarnación Núñez García, que le hiciera una camisa cómoda con la que poder soportar el calor que pasaba al trabajar en las tierras que habían adquirido en Sancti Spíritus.
Debía ser una prenda larga, más debajo de la cintura y con las mangas también largas, para protegerse de la arcilla, así como con cuatro grandes bolsillos al frente que le sirvieran para guardar cigarros y piezas de su quehacer. Le dijo a su mujer, en típico andalucismo: ‘Encarnación, estoy pensando que sería muy gueno (sic) que me hicieras camisas largas con bolsillos grandes a los lados, ‘asiná’ como gabán, para poder llevar la fuma (tabaco) y otras cosillas al tallé’.
Después de varias pruebas con las telas enviadas por los familiares españoles, Encarnación cosió una prenda que fue del agrado de su esposo Joselillo. Los vecinos, viendo lo cómoda y fresca que era, comenzaron a usarla. Con el tiempo su uso se extendió a los guajiros (campesinos), a las clases medias y más adelante, como veremos, dará la vuelta al mundo.
La primera denominación de esta peculiar camisa fue “yayabera”, precisamente porque solía usarse en la zona del río Yayabo. Pero se dice que los labriegos espirituanos acostumbraban a acopiar guayabas (fruto tropical) y a guardarlas en los bolsillos de la yayabera. De ahí que ésta cambiara muy pronto su nombre por el de Guayabera.
La rústica guayabera sirvió como uniforme a los mambises de La Guerra de los diez años, 1868-1878, que a caballo y con filosos machetes atacaban, aguerridos, a las bien armadas tropas españolas. Pero para facilitar empuñar el machete cuyo puño estaba cubierto por el talle bajo de la Guayabera, los mambises hicieron un corte a los lados, que en tiempos de paz fueron refinados con botones. El 20 de agosto de 1886, el diario de «El Correo Militar» publicó una amplia descripción sobre el uniforme militar cubano, en la que podía leerse: «La guayabera la encuentra la tropa muy cómoda, y lo será más cuando se modifiquen sus bolsillos, haciéndolos más largos, de menor fondo y más anchos, para que tengan más cabida».
Hacia mediados del siglo XX los políticos cubanos comenzaron a usarla en sus recorridos electorales por el interior de la isla en busca de votos y la llevaron a La Habana en la década de los 50. Así, complementada con una corbata de lazo para imprimirle formalidad, la campesina Guayabera entró en los grandes salones y hasta en las reuniones oficiales del gobierno. Al asumir la primera magistratura en 1944, Ramón Grau San Martín la elevó al rango de traje de corte.
Con la llegada de la Revolución Cubana en los sesenta, las prioridades cambiaron y se dejaron de fabricar. En México y particularmente en Mérida se le ha atribuido a don Pedro Mercader Gausch —de origen español— el haber introducido la prenda desde Cuba. La fabricó con diseños alforzados, adicionándoles motivos mayas, dos bolsas delanteras superiores con tapas y botones y convirtió en anchas las bolsas inferiores -que en Cuba era sólo adorno-. Finalmente, decidió que fuera en color blanco, observando el vestuario típico del lugar y dándola a conocer como la "Guayabera".
En México, se crearon otros diseños con pequeñas variantes y perfeccionando su confección, por lo que llegó a popularizarse el eslogan de que «Yucatán es la puerta al mundo Maya y Mérida es la capital mundial de la guayabera». Hoy en día, la Guayabera es utilizada en todo el mundo, especialmente en geografías áridas y se asocia a elegancia, comodidad y frescura.
Desde 2014, nuestra cooperativa, Guayaberas Mexicanas en Valencia, con una fuerte dimensión social de apoyo a las artesanas y artesanos mexicanos, promueve la Guayabera en Valencia. Contamos con un probador en el barrio de Benimaclet y distribuimos a toda Europa.
La Guayabera por su comodidad, frescura y elegancia han hecho que el gusto por esta prenda resista el paso del tiempo.
